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Deltoides

Dolor deltoides: tipos de lesiones y cómo evitarlas

El deltoides es uno de los músculos que más víctimas gana en cuanto a lesiones se refiere, desde contractura de deltoides hasta una tendinitis, estos músculos pueden en verdad hacerte sufrir a la hora de entrenar e inclusive en tu descanso. Acompáñanos a entender qué produce el dolor deltoides y cómo puede evitarse.

A la hora de ejercitarnos las oportunidades para lesionarnos son verdaderamente infinitas. No importa el deporte que practiques, inclusive no importa la atención que le prestes a tus extremidades, llega un momento en la vida del deportista en el que una lesión sencilla o compleja es prácticamente imposible de evitar.  No por esto dejarás de tener cuidado, pero tenemos que saber que son situaciones normales y es imprescindible entender cómo manejar estos casos.

Como deportistas estamos acostumbrados a exigirnos, queremos más velocidad, mayor resistencia, más poder y fuerza. Para lograrlo, sometemos a nuestros cuerpos a condiciones extremas. Es la única vía para seguir creciendo, evolucionando y fortaleciéndonos, y esto eleva drásticamente las posibilidades de sufrir una lesión.

Las lesiones vienen de todo tipo y tamaño, algunas son tan simples que con un solo día de reposo te basta para estar de nuevo en óptimas condiciones, pero otras son muy escandalosa y pueden afectar de tal manera que podrían paralizar el área, evitando que puedas entrenar por algún tiempo, o peor aún, por el resto de tu vida.

Entre todas las zonas que podríamos lesionarnos se encuentran los deltoides, músculos situados en nuestros hombros y que son fáciles de dañar porque concentran una amplia gama de movimientos. Precisamente por eso, debemos prestarles muchísima atención. Puede que no te sientas familiarizado con ellos, y eso es sin duda un grave error, pues solo conociendo nuestro cuerpo podremos entender su funcionamiento y a su vez saber qué hacer y qué no, para evitar grandes lesiones.

Aprendamos un poco sobre este grupo muscular y entendamos por qué se produce el dolor deltoides y cómo hacer para recuperarnos y estar nuevamente de la mejor forma para continuar con nuestro entrenamiento.

¿Qué son los deltoides y por qué sufren lesiones?

lesiones deltoides

Los deltoides son músculos que se ubican en los hombros, su forma es triangular, como una especie de medio cono hueco que tiene como funcionalidad principal permitir que brazo que se pueda levantar hacia distintas direcciones. Su nombre deriva del parecido que tiene con la letra griega delta, es de larga longitud, formándose por medio de tres partes bien diferenciadas entre sí. El deltoides rodea toda articulación del hombro para finalmente unir la cintura escapular a la diáfisis humeral.

La mayoría de nuestras actividades físicas nos llevan constantemente a levantar los brazos innumerables veces, y es allí donde estos músculos intervienen. De acuerdo a la presión que ejerzas sobre ellos podrías pasar de un movimiento cómodo y tranquilo a uno que desencadene una lesión que pueda causarte un dolor insoportable. Entonces, los deltoides son músculos muy propensos a lesiones porque sobre ellos recae la responsabilidad de gran parte de los movimientos de los brazos.

Por otro lado, los deltoides son músculos poligástricos formados por 7 vientres que se dividen en aquellos que corresponden a la clavícula, los que van con la espina escapular y el que se conecta al acromion. A continuación te detallamos sus puntos de origen:

  • Parte acromial: Posee un sólo vientre muscular y se encuentra en el acromion. Se puede ver si colocamos al deltoides de lado.
  • Parte clavicular: Está conformada por 2 vientres musculares que se separan del pectoral mayor.
  • Parte espinal: Se ubica en toda la espina del omóplato y está conformada por 4 vientres musculares, que determinan las máximas funcionalidades del deltoides.

Todos ellos se unen armoniosamente en un punto medio de la cara lateral del húmero al que se le denomina V deltoidea. Estos siete  vientres  musculares en pocas palabras forman al final un tendón muy corto pero extremadamente fuerte. Bajo esta disposición, el deltoides tiene una división muy clara.

¿Cómo está dividido el deltoides?

Es necesario saber cómo está dividido el deltoides para identificar de inmediato qué parte es la que duele y/o está lesionada. Son tres partes y dividen sus funciones de la siguiente manera:

  • Deltoides anterior o parte clavicular: es flexora, abductora y rotadora interna del musculo.
  • Deltoides medio o parte acromial: completamente abductora.
  • Deltoides posterior o parte espinal: posee más fibras superiores abductoras, así como fibras medias e inferiores que tienen como finalidad principal ser aductoras y rotadoras externas, además del hecho de que todas las fibras son extensoras.

Entonces ¿en qué parte del deltoides sientes el dolor? Con todo esto, y a pesar de su gran capacidad y fortaleza, el deltoides es un musculo muy tratado en el campo de la fisiatría, si eres de los que padecen dolor deltoides te recomendamos que detengas ya tus actividades físicas y que nos acompañes a analizar el origen del dolor, y cómo tratar  este músculo para que puedas recuperarte rápidamente.

Dolor en el deltoides

dolor deltoides

Lo primero que necesitamos identificar es dónde está localizado el dolor. Por lo general el dolor deltoides aparece cuando existe una ruptura en ellos, esta ruptura genera un dolor que abarca todo el hombro y que dificulta llevar el brazo hacia delante, hacia los lados o mantenerlo elevado a cualquier nivel.

Si has descansado un par de días y el dolor en los deltoides en vez de disminuir ha seguido en aumento progresivamente, pudieras estarte enfrentando a una tendinitis que impide ejecutar los movimientos más simples con tu brazo. Pero para poder llegar a una conclusión acertada es necesario analizar los diferentes grados o niveles de dolor en el deltoides.

Dolor deltoides: Grado 1

Cuando se trata de un dolor a baja intensidad, el nivel de movilidad de tu brazo y en sí de tu hombro, sigue siendo completa, el único problema es que sientes una especie de rigidez a la hora de levantar tu brazo. Podrías tener algún tipo de hinchazón aunque en la mayoría de estos casos no se aprecia. Pero por otro lado, puedes entrenar con normalidad y levantar peso sin que esto te detenga.

Nuestra recomendación

Aunque el dolor este a un bajo nivel y sientas que puedes entrenar, lo mejor es que no lo hagas, tómate unos días de descanso y en algún momento del día, aplica hielo cada 15 minutos directamente en la zona afectada por al menos 3 días. Los analgésicos pueden ayudar pero siendo un dolor tan leve podrías tomarlos cada 8 o 12 horas. Aquí lo que en verdad te llevará a la mejoría total será el descanso.

Luego de este tiempo, comienza a entrenar realizando movimientos suaves, utiliza poco peso y enfócate bien en el calentamiento, pero desde luego sin abusar. Comienza desde cero y lleva poco a poco tus músculos a la cima cuidando en todo momento de no hacer nada que te lleve a recaer.

Dolor deltoides: Grado 2

Cuando el dolor alcanza este nivel lo primero que sentirás será una molestia constante en tu hombro a la hora de realizar algún movimiento con peso. Los movimientos comunes del día no te afectarán en nada, de hecho creerás que el dolor se ha ido, pero ciertamente cada vez que entrenes de forma intensa el dolor se hará notar.

Nuestra recomendación

La mayoría de las personas sienten aun con este grado de dolor que pueden continuar entrenando, y ciertamente es así, pero al igual que con el grado anterior lo más recomendable es que no lo hagas. No solo evites el entrenamiento fuerte, sino que en definitiva no entrenes. Tu descanso deberá estar entre los 7 y 15 días.

Puede que veas algo de hinchazón en la zona del hombro, y aunque no fuera así, deberás colocar hielo cada 15 minutos en algún momento del día por al menos 5 días. El calor también es importante para el dolor deltoides, sería bueno colocarlo al menos tres a cuatros veces al día aplicando una toalla húmeda caliente sobre el hombro o una bolsa caliente, o lo que sea que te proporcione calor.

Los analgésicos los puedes tomar cada 8 horas y aquí si serán necesarios. Por último, si pasado el día 7 no has visto ninguna mejoría tendrás que ir con un especialista para que examine ese dolor en tu deltoides y determine si requieres o no de alguna sesión de rehabilitación.

Dolor deltoides: Grado 3

tendinitis

Si has llegado a este nivel de dolor, tus síntomas son insoportables. Primeramente ya se te hace imposible mover el brazo o el hombro. Por más mínimo que sea el movimiento te provoca mucho dolor. Toda la zona involucrada te genera un dolor punzante y desesperante. Aquí si verás sin duda una inflación en el músculo, lo que nos lleva a una conclusión simple, estas sufriendo de una tendinitis acentuada y ese dolor de deltoides no pasará tan fácilmente.

¿Qué es la tendinitis?

Primero es importante entender que es un tendón.

Un tendón es la parte no contráctil del músculo formada por la unión de distintas fibras que forman el músculo.

Por tanto, la tendinitis es uno de los procesos inflamatorios más frecuentes en el aparato locomotor, sobre todo en aquellas personas con una actividad deportiva relativamente intensa. En otras palabras, se trata de la inflación de un tendón ocasionada por lo general por algún golpe o esfuerzo excesivo.

¿Qué causa la tendinitis?

Si sufres ya de dolor deltoides grado 3, esta información te mostrará qué fue lo que ocurrió, y si no lo estás padeciendo, esto te servirá de mucha ayuda para evitar padecerlo.

Existen diversas razones por la que una persona podría sufrir de tendinitis

La sobrecarga muscular: Si el músculo en donde se encuentra el tendón está sobrecargado, este tendón no recibirá el aporte sanguíneo suficiente  ocasionándole isquemia, que es la disminución de la circulación de sangre a través de las arterias. A partir de allí comenzará un proceso degenerativo que dará paso a la tendinitis.

La mala postura: Una mala posición cambia drásticamente los ejes articulares normales provocando que el tendón no trabaje en buenas condiciones y comience su degeneración dando paso a la tendinitis.

Un tendón comprometido: Si el tendón se presiona con alguna estructura al momento de hacer algún movimiento este se inflama y comienza a desgastarse y degenerarse, estas estructuras pueden ser calcificaciones o algún otro cuerpo extraño.

Por otras lesiones: Si ya existían lesiones previas en tu cuerpo puede que te estén pasando factura hoy día y lo único que estás viendo es la aparición de una tendinitis que venía formándose silenciosamente desde hace algún tiempo. Esto ocurre por lo general con las personas no deportistas.

Nuestra recomendación

lesión deltoides

Si el dolor deltoides llego a este último grado, de más está decir que no puedes realizar ninguna actividad física que afecte esa zona; de igual modo no podrías hacerlo aunque quisieras, el reposo será algo obligatorio pero en esta ocasión ni el descanso, ni el frío ni el calor podrán ser armas suficientes.

Aquí deberás acudir rápidamente a un fisiatra, este analizará la gravedad del daño y te conducirá a una serie de terapias que te lleven por el camino más óptimo para una buena y completa recuperación.

Por lo general esta clase de daños la padecen los hombres a partir de los 40 años, tiempo en el cual los músculos de los hombros ya han acumulado ciertos desgastes y maltratos de años anteriores. Pero esto no impide que la persona puede tratarse y sanar solo que podría tardar un muy largo tiempo y al regresar a los entrenamientos, nada volverá a ser como antes.

Evita la tendinitis

La tendinitis es un padecimiento que puede evitarse si se tienen en cuenta ciertos puntos importantes:

  • Evitar los movimientos repetitivos directos en la articulación
  • Buscar fortalecer los músculos.
  • Calentar muy bien los músculos antes de comenzar a entrenar
  • Realizar ejercicios de flexibilidad
  • Siempre que hagas un ejercicio de sobre carga, tómate un momento de descanso para que la articulación pueda reponerse del esfuerzo.
  • Prestar atención a los síntomas, si ves que aparece alguna molestia en algún musculo deberás disminuir la intensidad del ejercicio o detenerte por completo
  • Respetar los tiempos de descanso
  • Y por último, mantente hidratado antes, durante y después del ejercicio.

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